Un tiro libre de Jaime Riveros le dio a los viñamarinos la victoria en el norte y el pasaje a una definición con los loínos.
Más allá de los resultados y combinaciones que determinarían a los clasificados a la postemporada del torneo de Clausura en la decisiva jornada de ayer, para Everton lo único claro era su obligación de derrotar a Deportes Antofagasta para al menos asegurar un cupo al repechaje.
Y los viñamarinos cumplieron. Casi con angustia, como toda su campaña en la fase regular, el cuadro de Nelson Acosta logró sacar su desafío adelante en un duelo clave.
Al frente estaba un rival herido que sólo aspiraba a terminar el año dignamente luego de un decepcionante campeonato en que quedó decretado su descenso a la Primera B.
Everton, en tanto, se jugaba una final con la carga extra de llegar al estadio Regional con el antecedente de seis derrotas consecutivas en calidad de visitante.
Además, el local se plantó de igual a igual en los primeros minutos y tuvo ocasiones para abrir la cuenta. El peligroso Richard Olivares fue el primero en avisar que la tarde no sería tranquila para el monarca del Apertura.
HORA DE SUFRIR
Gustavo Dalsasso debió exigirse para mantener su valla en cero mientras en el área rival Everton no marcaba presencia. La más clara para los de la franja en el primer lapso llegó a los 38' con un cabezazo de Ezequiel Miralles que pasó cerca del arco del paraguayo Cristián Brítez, tras un buen centro de Mauricio Arias.
Con el marcador en blanco se fueron al descanso, lo que a esa altura comprometía seriamente las aspiraciones de los viñamarinos.
En esos momentos los rivales de grupo de los oro y cielo corrían distinta suerte: Universidad Católica ya derrotaba a Ñublense en Concepción mientras que en La Pintana Deportes La Serena caía ante Santiago Morning.
Era imperioso ganar y con esa mentalidad los pupilos de Acosta encararon el segundo tiempo.
El ingreso en "Los Pumas" del juvenil Kevin Hardbottle fue una dificultad extra, pero la última línea visitante supo resolver los problemas que mostró en la primera etapa y que pusieron más que nervioso a Don Nelson.
Hasta que llegó el minuto 58'. Una falta sobre Miralles cerca del área convocó a Jaime Riveros. El pequeño volante tomó el balón y con frialdad lo ubicó en su posición. El partido era cerrado y una pelota detenida podía marcar el destino del partido. Y el Liebre lo sabía. Con precisión mandó el balón a su destino y el desvío en la barrera sólo confirmó la anotación.
TENSA ESPERA
La primera parte de la misión estaba hecha. Sólo había que aguantar la lógica reacción local y tratar de asegurar la victoria.
Pese a algunos intentos del dueño de casa el marcador no se movió más. Everton lograba su tarea y ya al menos aseguraba su presencia en el repechaje.
Sólo había que esperar el resto de los resultados. Y eso fue lo más duro porque en los noventa minutos que duró el duelo entre Rangers y Universidad de Chile, pleito del que dependía la suerte de los viñamarinos, Everton tuvo cuatro rivales.
Con el empate o la derrota de los talquinos, los oro y cielo iban directo a los play-offs para enfrentar a Universidad Católica.
Pero cuando Rangers se puso en ventaja el repechaje comenzó a acercarse.
Con la derrota parcial de O'Higgins a manos de Huachipato (0-2), en Rancagua, el rival del campeón era Santiago Morning.
Luego los rancaguinos llegaron al empate y eso para Everton significaba enfrentar a los celestes.
Pero el definitivo triunfo del conjunto minero puso en el camino de los viñamarinos a Cobreloa, que sólo en los últimos minutos dio vuelta su duelo con Audax Italiano y así pasó de la angustia de la Promoción a la posibilidad de avanzar a los play-offs.
El miércoles en Sausalito, a las 20:00 horas, Everton se jugará su clasificación en partido único.
Si logra avanzar lo espera Palestino. Pero antes debe superar otro escollo.
Fuente: Mercuriovalpo.cl
Foto gentileza Mercuriovalpo.cl
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