Everton logró heroica clasificación en el Monumental
Los viñamarinos derrotaron por 4 a 1 a Audax Italiano y consiguieron dar vuelta una serie increíble. Canío, Miralles y Oviedo fueron los anotadores en la gloriosa jornada de los dirigidos por Nelson Acosta.
Hazaña. Con todas sus letras. El Everton de Nelson Acosta simplemente sorprendió a todos y clasificó a semifinales tras derrotar espectacularmente a Audax Italiano en el Estadio Monumental. Un 4 a 1 que hará a los hinchas evertorianos los más felices del mundo por lo menos por unos días, mientras que los audinos se preguntarán, con justa razón, ¿Por qué de nuevo lo mismo?
Intentando encontrar respuesta a la eventual interrogante itálica, ésta puede estar en la pasividad con que afrontaron el encuentro sus jugadores claves. Carlos Villanueva perdió pelotas sin lucharla y Fabián Orellana, si bien estuvo movedizo, para variar desaprovechó opciones de gol. Los locales nunca presionaron, eso al final les pasó la cuenta. Estaban metidos en su arco, y así llegó el último gol del Everton. Que consiguió lo que fue a buscar, aunque pareciera imposible.
Cuando todo recién comenzaba Miralles avisó algo de lo que vendría después. Casi desde el punto penal elevó con zurda. A los 22 minutos los viñamarinos comenzaban con la tarea. Canío anotó de penal después de una falta a Juan Luis González. Los de Audax no acusaron recibo y seguían adormecidos en el campo.
Ya en la segunda etapa Ezequiel Miralles acercaba a su equipo al gran sueño. A los 56 minutos convirtió tras una gran jugada personal. Recibió de su arquero y encaró solo a la defensa itálica. El argentino había errado dos opciones claras antes. A los 76 parecía que todas las expectativas evertonianas se esfumaban, pues los capitalinos lograron descontar a través de Carlos Garrido.
Sin embargo, como en toda la noche, los de la Quinta Región no bajaron los brazos y siguieron buscando. 180 segundos después del descuento audino, Canío puso el 3 a 1. Los de Nelson Acosta estaban a un tanto de la gran hazaña. Y cuando se jugaban los descuentos, Miralles habilitó a Oviedo, quien apareció con gran confianza y mandó la pelota a la red con un fuerte remate. Los viñamarinos aguantaron un poco y luego sólo a celebrar. Nelson Acosta rememoró su clásico festejo y Raúl Toro simplemente no entendía qué pasaba. Los ruleteros fueron un carnaval, orgullosos de lo que lograron, cuando nadie lo esperaba.
Fuente: CDF
Foto Gentileza: Photosport
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