El duelo se jugó al límite del reglamento e incluso el técnico Nelson Acosta se vio involucrado en un incidente con Pablo López.
¿Hay penales o no hay penales? El clásico porteño había terminado igualado 2-2 y nadie sabía, incluido el árbitro José Henríquez, si el duelo por la Copa Gobierno Regional debía definirse desde los doce pasos o no.
Los dos equipos ya estaban saliendo de la cancha cuando, luego de varias tratativas, se decidió definir el pleito desde el punto blanco. Allí los verdes fueron más efectivos y derrotaron 4-3 a sus tradicionales rivales.
Fue una oda a la desorganización que el duelo no merecía pues lo mostrado por Everton y Santiago Wanderers fue de alta intensidad a la hora de disputar el balón , lleno de emociones en las áreas y con mucha bravura.
Mejor comienzo para los viñamarinos que en los primeros veinte minutos se crearon cuatro ocasiones claras de gol que fueron conjuradas por David Reyes, que celebraba en cancha sus 24 años.
Buen trabajo del mediocampo oro y cielo y de los delanteros. Sebastián Penco y Ezequiel Miralles ganaban con facilidad en el área verde.
Ya pasada la media hora el Decano equilibró el juego con llegadas por los laterales donde Frank Carilao y Eugenio Mena cobraron protagonismo.
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Sin embargo, cuando los porteños perecían tomarle la mano al pleito aparecieron los goles oro y cielo. Y los dos con la misma fórmula.
A los 37' un tiro de esquina de Cristián Uribe fue conectado por Adrián Rojas para abrir la cuenta. Y cuando el partido ya se iba en su primera mitad, Miralles aprovechó otro córner del volante para aumentar la diferencia.
Lo bueno para Santiago Wanderers es que logró reaccionar rápido. A los 3' del complemento Pablo López descontó tras un pivoteo del ingresado Cristián Alfaro.
Luego, la expulsión de Miralles tras un codazo a Carilao, le facilitó las cosas al conjunto de Jorge Aravena que llegó a la igualdad a través de Sebastián Méndez, otro de los puntos altos de la noche.
El partido era de ida y vuelta y cada balón se peleaba como si fuera una final.
Lo lamentable llegó a cinco minutos del término. Tras ir a buscar un balón al costado, Pablo López y Nelson Acosta protagonizaron un serio altercado que casi termina en una trifulca pues la mayoría de los jugadores intervino. Las dos bancas también se involucraron y sólo la acción de aquellos que no perdieron la calma evitó un bochorno mayor.
Fue el punto máximo de un clásico porteño que de amistoso no tuvo nada. Everton deberá sacar conclusiones de cara a su participación en la Libertadores, mientras que Santiago Wanderers tiene mucho que mejorar si quiere cumplir su objetivo de ascender.
Fuente: Mercurio de Valpo.
Foto Gentileza Charla Técnica
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