El cuadro viñamarino se impuso por la cuenta mínima al Caracas en un partido muy luchado, de sacrificio y de mucha incertidumbre, en su retorno a la Copa Libertadores. Destacó la figura de Dalsasso, quien evitó una goleada del conjunto venezolano.
Everton sacó sus primeras cuentas alegres en el concierto internacional. El equipo viñamarino sorteó con éxito el primer partido de la fase grupal de la Copa Libertadores, imponiéndose por la cuenta mínima sobre el Caracas de Venezuela, en el Estadio Sausalito.
El único gol del encuentro fue convertido por el atacante Roberto Gutiérrez, cuando expiraba el primer tiempo. Jaime Riveros habilitó al argentino Ezequiel Miralles, quien eludió de forma brillante a un zaguero visitante, centró, y luego de que el portero Javier Toyo soltara el balón, el ex jugador de la UC apareció para empujar la pelota en la boca del arco.
Fue un gol sicológico y que controló las aspiraciones del Caracas, equipo que en la parte final de la primera fracción fue muy superior. No así en el grueso de esos 45 minutos, en los que mayoritariamente dominó Everton. Los dirigidos de Acosta controlaron la pelota, se generaron opciones y tomaron el protagonismo.
No obstante, Everton demostró ser un equipo que aún no está plenamente pulido. Y es que las imprecisiones, especialmente en esa parte del primer tiempo, y durante gran parte del segundo, pudieron costarle muy caro en su debut copero. Si el duelo no se convirtió en tragedia, sólo uno es responsable: Gustavo Dalsasso.
El portero trasandino de Everton fue la figura determinante del partido. Tapó cuantas ocasiones quiso y fue una barrera eficiente hasta para fusilazos y cabezazos a quemarropa. Simplemente, debe ser una de las mejores actuaciones del golero en nuestro país. De no ser por él, fácilmente todo terminaba en goleada para el conjunto venezolano.
Otra de las figuras para remarcar, fue el argentino Ezequiel Miralles. no marcó, pero su experiencia, e inteligencia para jugar, lo transforman en pieza clave –tal vez mucho más que Dalsasso– en el once de Acosta. Es el verdadero motor de un equipo que también tiene a Jaime Riveros, quien hoy también fue protagonista, pero no brilló como otros días.
O Caracas se lo farreó, o Dalsasso lo evitó, pero la cosa es que, en la suma general, el dominio del conjunto llanero fue superior al del local. Por merecimientos, debieron haber ganado porque tuvieron más claridad para llegar al final de sus líneas de ataque. Ahí estuvo la carencia de Everton, que no fue capaz de materializar el amplio dominio que tuvo en el comienzo.
De cualquier forma, el único merecimiento es el gol que se concreta. En la tarde viñamarina fue el acierto de Gutiérrez, que guapeó una pelota y la convirtió en gol mientras el portero venezolano reclamaba una falta inexistente. Ahí se gestó el primer gran paso del cuadro 'Oro y Cielo', su primera gran alegría en el torneo más importante del fútbol Sudamericano.
Fuente: prensafutbol.cl
Foto Gentileza: prensafutbol.cl
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