Los viñamarinos remontaron una desventaja de dos goles en la previa de su viaje a Guadalajara para enfrentar a Chivas.
Todo parecía mal ayer en Sausalito para Everton. En el calentamiento previo Rodrigo Ramírez sufrió un recrudecimiento de su lesión que lo dejaba al margen del encuentro ante Rangers. Y cuando se inició el partido, transcurridos poco más de 20 minutos los viñamarinos ya caían por 2-0 ante los talquinos y el horizonte era muy oscuro para el equipo de Nelson Acosta.
Sin embargo, los oro y cielo mostraron garra y, en base a temple y buen fútbol, lograron revertir el marcador y quedarse así con un triunfo muy importante de cara a su compromiso de mediados de la próxima semana ante Chivas, en Guadalajara.
RÁFAGA DE GOLES
Everton mostró desconcentraciones en los primeros veinte minutos, quizás con la mente puesta más en su viaje a tierras aztecas que en los piducanos.
Sin hacer nada extraordinario el cuadro de Juan Ubilla se las arregló para ponerse en ventaja: Primero con un impresionante tiro libre de Manuel Avendaño que vulneró la débil defensa de Nicolás Peric y luego con una gran jugada individual de Carlos Espinoza que definió el argentino Maximiliano Pérez.
Nadie lo podía creer en Sausalito, pero los viñamarinos despertaron a tiempo. A los 26' Ezequiel Miralles envió un centro que fue pivoteado por Roberto Gutiérrez, Leandro Delgado aprovechó la jugada y con un derechazo puso el descuento. No pasaron ni tres minutos cuando los viñamarinos se encontraron con la igualdad. Fernando Saavedra cayó en el área tras una intervención dudosa de Avendaño y Miralles no titubeó desde los once metros para superar a Juan Martínez.
El partido comenzaba de nuevo. Los locales se aplicaron en el fondo y comenzaron a dominar el encuentro con ocasiones claras de ponerse en ventaja. Pero la alegría para la parcialidad local debería esperar hasta bien entrado el segundo tiempo.
A los 68' un contragolpe le permitió a los de la franja dar vuelta el marcador. Para mala suerte de los piducanos, la pelota terminó en los pies de Jaime Riveros, que con un suave toque derrotó a Martínez.
Everton pasaba al frente y lo que parecía una tragedia comenzaba a transformarse en una fiesta.
Los dueños de casa seguían teniendo el balón mientras desde la banca un Acosta desesperado reclamaba contra el permisivo arbitraje de Claudio Puga, que dejó pegar demasiado al conjunto sureño.
Los dueños de casa seguían teniendo el balón mientras desde la banca un Acosta desesperado reclamaba contra el permisivo arbitraje de Claudio Puga, que dejó pegar demasiado al conjunto sureño.
Y claro, el ex técnico de la selección, consciente del compromiso por la Copa Libertadores ante Guadalajara, no quería sumar más bajas.
En los últimos minutos la visita tuvo algunas aproximaciones pero sin comprometer la victoria del local. Sólo algunos remates de distancia y un par de pelotas detenidas fueron las principales preocupaciones de Peric.
CON LA MENTE EN MÉXICO
Everton gozó de algunas opciones para aumentar las cifras, pero no fue preciso en la definición. Además los jugadores prefirieron bajar las revoluciones tomando en cuenta el duelo ante los mexicanos. Al final el local sumó tres puntos importantes que le permiten no perder terreno en la competencia local, donde aspira a llegar a las instancias finales.
Además el pleito de ayer le permitirá sacar lecciones a los viñamarinos porque si las desconcentraciones que mostró en el amanecer del encuentro se reiteran en la Copa, su participación en el ámbito internacional tendrá una corta duración.
En ese plano hoy los viñamarinos realizarán su último entrenamiento antes de partir en la madrugada de mañana lunes a Guadalajara, donde intentarán defender la punta de su zona en la Libertadores.
Fuente: El Mercurio de Valparaíso
Foto Gentileza: El Mercurio de Valparaíso
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