Jorge Américo Spedaletti: "Una gambeta a la vida" Parte II

Segunda Parte

La Segunda Patria

Con poco más de veinte años y recién casado, el jugador arribó a Chile con la ilusión de desarrollarse como futbolista. Su tranco largo, estatura prominente, frente levantada, buen dominio de balón y olfato de gol le permitieron superar las férreas defensas y elevaron con rapidez a la condición de crack.

Para Spedaletti, su paso por la "U" significó una época de crecimiento, pues se incorporó a un equipo que había teñido de azul la década del sesenta con el famoso "Ballet Azul", que siempre tenía la obligación de ser campeón.

"Verás tu esa hinchada, aquel camarín. Para mí fue una época muy linda, el la que hice buenos amigos. Imaginá vos que en ese vestuario compartí con Guillermo Yávar, Rubén Marcos, Manuel Rodríguez, el "Gringo" Adolfo Nef, el "Tanque" Carlos Campos, Alberto Quintano y el gran Leonel Sánchez. Con ellos aprendí una barbaridad. Éramos un muy buen grupo, unido dentro del campo de juego y en las concentraciones. Pero afuera nadie se metía con otros, lo que creo que mantenía las cosas muy bien", relata un nostálgico Spedaletti.

Aquella temporada, en 1969, la "U" consiguió su último título ántes de entrar en una sequía de festejos que duró 25 años, con Spedaletti como goleador del equipo, lo que le valió ganarse el cariño de la hinchada estudiantil.

En el año 1970 también estubo plegado de alegrías para el elenco del "Chuncho" y el atacante trasandino. La "U" alcanzó la semifinal de Copa Libertadores, que perdió con Peñarol, con Spedaletti como puntal.

"En esa Copa Libertadores jugué varias veces el mejor fútbol de mi carrera, haciendo grandes goles, pero lamentablemente no hay grabaciones", comenta el ex futbolista, quien estuvo dos campañas más con la "U", pero con menor éxito que las primeras.

Luego pasó a reforzar el ataque de Unión Española, dirigida por Luis Santibánez. El jugador trasandino obtuvo de nuevo el título en su primera campaña, en 1973, y en el cuadro de colonia dejó un recuerdo imborrable, brindando espectáculo y alegrías.

"En Unión creo que viví los momentos más importantes de mi carrera futbolística. Fui campeón y llegué a la final de la Copa Libertadores de 1975 (perdida con Independiente de Avellaneda). Fueron buenos años bajo el mando de Santibánez, un entrenador muy claro para dar indicaciones, lo que te permitía saber que hacer de inmediato. Aparte, era un buen manejador de grupos, amigo de las concentaciones y muy respetuoso de los jugadores", dice el "Flaco"

Luego de los éxitos de Unión, Pedro Morales entrenador de Everton, lo lleva a la Ciudad Jardín para formar parte de un elenco estelar, que ganó el título de 1976 con el máximo anotador con 16 dianas.

El paso de Spedaletti por la Quinta Región es imperecedero. Y cómo olvidarlo, si con sus actuaciones y goles llenó de alegría al pueblo evertoniano cada fin de semana en que se puso la casaquilla oro y cielo e hizo dupla con su socio del gol, Sergio Ahumada.

En Everton es donde conoce al gran amigo que le dejó el fútbol, Mario "El Maestro", quien ha acompañado de forma incondicional a Spedaletti en lo bueno y en los malos momentos.