En tres minutos se derrumba la ilusión de los oro y cielo

Pablo Pozo no cobró un claro penal de Paulo Garcés a Maximiliano Pérez que pudo cambiar la historia del partido.

Corrían los 64' de partido y Everton, con todas sus limitaciones, se las arreglaba para complicar a Universidad Católica, máximo favorito para ganar el torneo de Clausura.

El equipo de Nelson Acosta había anulado a su rival con un esquema acertado e incluso pudo a esa altura estar arriba en el marcador si el juez Pablo Pozo hubiera sancionado, en el comienzo de la segunda mitad, un claro penal de Paulo Garcés en contra de Maximiliano Pérez que incluso ameritaba la tarjeta roja para el ex meta oro y cielo.

MINUTOS FATALES

Sin embargo, eso no ocurrió. Lo que sí se concretó fue la apertura de la cuenta en ese minuto fatal para los viñamarinos cuando Damián Díaz aprovechó un preciso centro de Leonel Mena para desahogar la tensión de los hinchas cruzados que se inquietaban con el paso de los minutos. El volante bajó el balón con toda comodidad y con un remate cruzado y alto venció a Gustavo Dalsasso, que desde la media hora inicial jugaba con su meñique de la mano derecha destrozado producto de un choque con Roberto Gutiérrez.

El gol fue un mazazo terrible para los oro y cielo, que pagaron cara su desconcentración. Pero lo peor estaba por venir ya que sólo tres minutos más tarde a Adrián Rojas se le escabulló el balón bajo sus pies, el regalo lo aprovechó Gutiérrez que sin problemas venció la portería local. Everton nunca logró recuperarse y sólo la falta de puntería de su rival impidió que la serie de cuartos de final quedara absolutamente definida ayer.

Lo cierto es que en la mayor parte del partido Everton logró disimular la diferencia que separó a ambos cuadros en la tabla de posiciones, pese a que debió sobrellevar la ausencia de Fernando Saavedra, que quedó fuera por una molestia muscular, haciendo ingresar a Benjamín Ruiz, que hace bastante tiempo no veía acción.

Pero bastó una desaplicación para que los cruzados dejaran en evidencia todo su poderío.
Ahora los de Acosta deberán buscar la hazaña el martes en San Carlos de Apoquindo, una tarea que parece imposible por la solidez mostrada por el conjunto de Marco Antonio Figueroa.
Un desafío complicado porque aparte de la desventaja, Everton deberá afrontar la ausencia de jugadores importantes como el uruguayo Nicolás Freitas y el arquero Gustavo Dalsasso.
Pero el beneficio de la duda no se le niega a nadie.

Fuente: El Mercurio de Valparaíso
Foto Gentileza: El Mercurio de Valparaíso